Trabaja como si no necesitaras dinero, ama como si no te hubieran herido y baila como si no te estuvieran viendo.

viernes, 25 de mayo de 2012

Marina Garcia Ortega: Te quiero.

No es difícil llorar sabiendo que ella ha escrito esto por mí.



'En un náufrago sin sed, aprendiz de marioneta que camina sin tocar el suelo con los pies.Ese hombre que creía ser un genio y era solo que perdía la cabeza.''


Todo lo que nunca pensé que podrías llegar a ser. Un recuerdo. Un flash. Una imaginación. Un susurro a las dos de la madrugada, sin sueño. Eres las dos, eres las tres. Eres la fuerza que paró el tiempo. Eres eso, fuerza. La fuerza para seguir, la fuerza que impide mi derrota. Eres lunes. Eres canción. Eres esa melodía que se esconde entre las cuerdas de mi guitarra, entre las teclas de cualquier instrumento de tecla. Eres una idea, un ideal. Eres un instante en el césped mirando al cielo. Eres cielo sin nubes. Eres cielo de tormenta. Eres paraguas y abrigo. Eres ese olor a arena, ese olor a sal, ese color de Sol que solo yo vi. Eres verano. Eres música. Eres valentía, MI valentía. Eres ciudad, eres ciudadano. Eres risa mayestática. Eres ese momento en el que te elevas sin motor. Eres levitar de puntillas por el suelo descalzo y frío de cualquier lugar en el que te sientas especial. Eres el llanto de un niño que acaba de nacer, eres la emoción de un padre viendo a su hijo caminar por primera vez. Eres un abuelo abrazando a su nieto. Eres reencuentro. Eres ternura. Eres el humo de esas sustancias que nos hacen volar. Eres la bocanada de aire necesaria tras bucear en el mar frío. Eres inmensidad, locura. Eres constancia, paciencia. Eres un batido frío, fresas, zumo de naranja. Eres un texto de un solo párrafo, las palabras mejor escritas. Eres estado puro, arte, artista. Eres un libro que emociona, una película que no decepciona. Eres discreción entre miles de prisas. Eres color, eres luz. Eres mundo, viaje, unas manos que gritan ''no te marches, pierde ese tren''. Eres la canción que susurran unos ojos sinceros, la seguridad que cabe entre tus brazos. Eres una Polaroid 1500, una foto enmarcada en la memoria. Eres la decisión mejor tomada, el camino más doloroso, el puerto más inestable donde algún día fui a anclarme. Eres como aprender a montar en bici sin ruedines, como quedarte sin voz debido a un concierto.  Eres lágrimas de felicidad, eres el amor que no cabe en un cuerpo de mortal. Eres vida. Eres todo aquello aún no inventado que me dibuja libre. 

viernes, 11 de mayo de 2012

Veintiuno




Ven y abrázame de tus abrazos.
Déjame refugiarme en tu olor; creo haberlo olvidado.
Déjame sentirme pequeña con tus besos en mi frente.
Tu palpitar en mi tímpano, rebosando felicidad.



sábado, 5 de mayo de 2012





- [...] Cada vez tengo menos capacidad para sentir cosas, por eso cuando lo consigo, aunque sea malo, es un momento especial.


+ Eso que acabas de decir es muy duro... una persona capaz de escribir cosas como lo haces tú y que diga que cada vez tiene menos capacidad para sentir...


- Pero porque te protege...


+ Eso no es sentir menos...


- Pero qué más da... Después de esta relación que fue el origen de todo tuve varias relaciones que fueron horribles poque no sentía absolutamente nada. Yo le decía que no podría volver a enamorarme. Es como cuando te dicen que los Reyes son los padres. Esa ilusión se pierde, aparecen otras ilusiones, la de hacer regalos... pero no la de creer en los Reyes Magos... Yo ya he conocido al amor de mi vida y me ha fallado la historia, ¿qué me queda? Conocía a gente y era volver a casa y decirle a él, tío no encuentro a nadie, estoy deseando que alguien me sorprenda.


- Quizá ha sido por el conjunto de decpciones que has sufrido en un corto espacio de tiempo...


+ Pero a lo que me refiero es que cuando yo dejé mi relación fue precioso porque nos consolábamos como amigos. Pasamos muchas noches con una botella de vino hablando sobre el amor y llegamos a una teoría: cuando naces tienes el corazón entero. La primera vez que te enamoras lo das completo, pero cuando te lo rompen, queda algo pero ya no está entero. Cuando llega el siguiente, decides qué parte del corazón quieres dar y llega un momento que tienes que asegurarte muy bien de a quién se lo das. A eso me refiero con la protección. A mí me queda un trozo muy pequeño y lo quiero dar, pero no a cualquiera y si tengo la suerte de que a la persona a la que se lo dé es tan maravillosa que tiene la capacidad de rellenar el mío y vuelvo a recuperarlo... pero... ¿y si no? Me quedo sin él... Hay gente que se deja llevar, yo no puedo... tengo demasiado miedo a caer de nuevo y no ser capaz de volver a levantarme. Aunque también digo que si encuentro a alguien que me lo de todo, me voy a tirar a la piscina en pelotas.